Santa Paola está catalogada administrativamente como residencia. Sin embargo, llevamos 6 años luchando contra ese concepto.

Estamos especializados en la atención a personas mayores que necesitan cuidados temporales tras pasar por procesos postquirúrgicos (operaciones de cadera, rodilla, ictus, etc.) o que necesitan un plan específico de rehabilitación (caídas, desnutrición, etc.).

No podemos olvidar que ningún ser humano es autosuficiente. La soledad, la desesperanza y la dependencia aumentan la discapacidad y la mortalidad de las personas mayores que no consiguen tener esos apoyos y cuidados rehabilitadores que necesitan.

La ausencia de rehabilitación genera muchas consecuencias negativas en la persona mayor a parte de la discapacidad y mortalidad: síndrome confusional agudo, incontinencia funcional, disminución de la movilidad y otros problemas que llevan a una disminución de la funcionalidad y autonomía, pérdida de masa muscular, necesidad de reeducación vesical y rehabilitación física, reajuste de tratamientos, etc.

Sin  una rehabilitación profesional, la vida de una persona mayor transcurre entre la casa y el hospital.

Entre todos debemos conseguir que todas las personas mayores encuentren un lugar dónde rehabilitarse con la máxima calidad de vida.