La institucionalización y la pérdida de autonomía, de independencia y de libertad, caracteriza al sector de las residencias. Nadie quiere ir a una residencia.

No podemos olvidar que ningún ser humano es autosuficiente. La soledad, la desesperanza y la dependencia aumentan la discapacidad y la mortalidad de las personas mayores que no consiguen tener los apoyos y cuidados que necesitan.

Santa Paola está catalogada administrativamente como residencia. Sin embargo, llevamos 9 años luchando contra este concepto. Santa Paola es un lugar para vivir con dignidad, autonomía y libertad.

Entre todos debemos conseguir que todas las personas mayores encuentren un lugar donde continuar su proyecto de vida con la máxima calidad de vida.