Todas las personas tienen los mismos derechos, independientemente de donde estén y de su estado físico o cognitivo. En algunas ocasiones, las personas mayores necesitan apoyos y cuidados profesionales para volver a casa en las mejores condiciones: rehabilitación.

Sabemos lo frustrante que puede ser para una persona no poder cuidar a su padre o a su madre, por falta de tiempo, de capacidad o por vivir en otra población.

A la mayoría de las personas mayores les gustaría permanecer en su propia casa en caso de necesitar cuidados y apoyos para el día a día. Sin embargo, a casi ninguna persona mayor le gusta trasladarse a vivir a casa de sus hijos en caso de necesitar apoyos.

En caso de necesitar rehabilitación, ésta debe hacerse bajo un modelo de atención centrada en los derechos de las personas. Y esto no sucede en la mayoría de las residencias que conoces.

La institucionalización y la pérdida de autonomía, de independencia y de libertad caracterizan al sector de las residencias. Nadie quiere ir a una residencia.